El tema de la migración es una cuestión de gran complejidad que debe analizarse desde su origen para poder resolverse correctamente.
En el caso de América Latina las condiciones de subdesarrollo y de pobreza que se viven en diversas naciones con frecuencia propician el desplazamiento de numerosos grupos sociales como ha estado sucediendo en los últimos tiempos.
De ahí que el gobierno mexicano haya propuesto en diversos foros internacionales la colaboración de los países con un mayor grado de desarrollo para apoyar a las comunidades de los países con mayores desventajas.
Esta situación de desplazamiento de grupos sociales provenientes de países al sur de nuestras fronteras ha tenido que complementarse para que el ingreso y tránsito por nuestro país se realice conforme a la Ley, con orden y, por supuesto, con respeto a los derechos humanos.
Lamentablemente, se ha dado cuenta a través de los medios de comunicación de algunas circunstancias que son totalmente reprobables en el trato hacia los migrantes.
En ese sentido, es indispensable que se lleven a cabo las investigaciones sobre el comportamiento indebido de algunos servidores públicos contra la migración y se les sancione administrativamente e incluso si hay delitos que perseguir se castiguen.
México siempre se ha distinguido por su solidaridad con los migrantes que por diversas razones han tenido que dejar sus lugares de origen y nuestra política migratoria debe distinguirse de otras por su carácter humanitario.
En ese sentido, las autoridades deben actuar conforme a la Ley y con enorme sensibilidad para que esas personas que en realidad están de tránsito en nuestro país pueda hacerlo en las mejores condiciones de seguridad y con un absoluto respeto a sus derechos.
Texto publicado en Publimetro.