El salario de los trabajadores es sagrado y nadie, en ningún ámbito, debe negar o coartar este derecho.
De ninguna manera puedo estar de acuerdo con acciones que no vayan en este sentido, y menos puedo aceptar que en vez del diálogo y la búsqueda de las soluciones para resolver este problema, se haya dado este incidente. La violencia nunca será el camino para avanzar como sociedad.
Espero y deseo que prevalezca la prudencia y puedan establecerse la comunicación civilizada.
Y siempre, siempre mi solidaridad con los maestros.
Mónica Fernández Balboa