-
Intervención de la presidenta del Senado de la República, Mónica Fernández Balboa, durante la presentación del dictamen con las reformas a la Ley General de Salud en materia de Prevención del Suicidio.
Yo tenía una rosa, y esa rosa, como todas las rosas era bella, era espléndida, era generosa, era inteligente, era amorosa, y lo único que hacía a su paso era darnos amor, y darnos amor a todos los que estábamos a su alrededor.
Esta rosa desde hace muchos años me decía que tenía todo en la vida, que tenía unos hijos, un marido y una familia que adoraba, que no podía pedir nada más, porque estaba plena, pero sin embargo, tenía en su corazón un deseo intenso de suicidarse, y nos lo decía y nos pedía ayúdenme, ustedes que pueden hagan foros, inviten a la gente, que estudien, he ido a muchos doctores y no misma no entiendo por qué tengo esta sensación.
Luchó años, años contra este sentimiento, y cada vez que llegaba y nos decía: “Mónica estoy muy feliz, pero siento esto y no lo entiendo”. Y yo como muchas otras personas le decíamos: ¡Ay! hombre, por favor, estas deprimida, estás pasando algún mal momento, esto es pasajero”. Los doctores, pues no sabían, los doctores le decían cualquier otra cosa, hasta que esta flor se fue.
Esta flor va a tener apenas dos años de haberse ido, y una de las cosas que siempre me pidió era que hiciéramos algo con la gente como ella, que hiciéramos algo por las personas que no podían, ni tenían acceso para poder tener un diagnóstico o una mejor calidad de vida.
Por eso nos dimos a la tarea de construir esta iniciativa, esta iniciativa no es mía, al menos en la parte que me toca, porque Verónica hizo un trabajo espléndido, sino que nos dimos a la tarea de buscar a todos los especialistas sobre la materia que hay en el país y en Latinoamérica, hicimos sendos ejercicios de Parlamento Abierto, donde buscamos a los mejores para que nos dieran su opinión.
Esta iniciativa es producto de ese Parlamento Abierto, es producto de estas aportaciones que, entre todos pudimos ir construyendo.
Yo quiero agradecer que este tema nos unió a todas las Senadoras y a todos los Senadores.
Quiero agradecer sinceramente a todo mi grupo parlamentario, pero también a todos los otros grupos parlamentarios, porque más allá de cualquier situación, más allá de cualquier color o de cualquier interés todos nos unidos, todas nos unimos para poder construir y para poder trabajar en este tema.
Esto que estamos haciendo hoy es un gran paso, lo han dicho mis compañeras, ha sido un gran paso o es un gran paso, porque estamos abriendo la puerta para que, interdisciplinariamente se pueda abordar este terrible mal que lo padecen los niños, que lo padecen los adolescentes, que lo padecen las mujeres y los hombres, que lo padecen los adultos mayores, que lo podemos padecer todos y que los podemos tener en nuestra familia, en nuestros amigos, en todas partes, en nuestro alrededor y que muchas veces no nos damos cuenta.
Y tampoco se daban cuenta los doctores, ni los maestros, ni especialistas, porque ni siquiera estaban realizados protocolos para poder atender este mal.
Quiero dar las gracias a todas, a todos, a las comisiones por este, por el esmero que pusieron en este trabajo.
A la Asociación de Suicidología de Latinoamérica y el Caribe, al Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, a la Red Mundial de Suicidólogos del Mundo, al Instituto Mexicano de Psicooncología, al Instituto Hispanoamericano de Suicidología, a la Asociación Mexicana de Prevención del Suicidio, al Director del Servicio de Atención Psiquiátrica del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente”, a la UNAM con la Escuela de Psicología, al Instituto Mexicano de Psicooncología, al Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la UNAM, así como a múltiples organizaciones y asociaciones que nos apoyaron para venir aquí.
Realmente agradezco y reconozco este gran esfuerzo, y quiero también reconocer que un ejercicio como este ha sido muy importante porque fue a través del Parlamento Abierto que pudimos llegar a ir construyendo esta iniciativa.
Gracias a todos.
Gracias por esta oportunidad que vamos a poder abrir la puerta para darles a muchas personas, y decir o pedirles, aunque ya hicimos algo, pedirles a todos y a todas que podamos brindar un minuto de silencio por mi rosa y por todas las rosas del mundo que han sido arrancadas con este terrible mal.