- Mensaje de la Presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa, durante la Sesión Solemne del Senado de la República, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
En esta Sesión Solemne, el Senado de la República ratifica su compromiso con la igualdad de género y reafirma su convicción de seguir trabajando todos los días por un México libre de violencia y discriminación contra las mujeres.
El Día Internacional de la Mujer, guarda una particular relevancia debido a la afortunada irrupción del feminismo en el escenario político nacional; un feminismo potente que promete grandes conquistas para las mujeres; un feminismo impulsado por los agravios recientes y las deudas históricas que venimos arrastrando como país.
Las manifestaciones del 8 y 9 de marzo pasados constituyen un urgente llamado de atención sobre las dificultades de facto que siguen padeciendo las mujeres para desarrollarse plenamente.
Forman parte de un movimiento que ha trascendido fronteras, partidos e ideologías y en el que México ahora se ha convertido en uno de los principales referentes a nivel mundial. Estas expresiones nos obligan a voltear a ver tanto las asimetrías sustentadas en el género de las personas como el divorcio que existe entre las leyes y la realidad.
La Constitución de nuestro país señala que las mujeres y los hombres son los iguales ante la ley. Sin embargo, esta primavera morada da cuenta que las mujeres nos enfrentamos cotidianamente a un mundo hostil, desigual e injusto. Por ello, el Senado de la República saluda con respeto a las mujeres que con dignidad y valentía han alzado la voz exigiendo que México cambie. El 8 de marzo, las mujeres organizadas marcharon para exigir un alto a los feminicidios, al acoso y a la violencia sexual y a las brechas de género.
Un Día sin Nosotras fue una prueba fehaciente y palpable de lo que las mujeres representamos y somos para este país. Esta manifestación inédita nos demostró que México no sería ni la mitad de lo que es sin
nosotras, que México no funciona, no brilla, no es sin sus mujeres. La gran lección de estos movimientos es que debemos llevar a cabo las transformaciones políticas, jurídicas y sociales para corregir las asimetrías y desequilibrios que perjudican a las mujeres.
Debemos hacer un examen crítico de lo que hemos hecho y dejado de hacer como país, para asegurar el bienestar de las mujeres. Como legisladoras y legisladores de la República, debemos ser sensibles a las demandas y tomar cartas en el asunto, legislando con perspectiva de género, eliminando las disposiciones discriminatorias y dando seguimiento puntual a las políticas públicas que tienen por objeto
atender los problemas que nos afectan.
Con los dictámenes en materia de Igualdad de Género y Seguridad Social de la sesión de este día, esta Legislatura de la Paridad envía un mensaje de sensatez, de congruencia y sensibilidad, ante la coyuntura en la que nos encontramos.
Podemos pasar a la historia como una Nación que aprendió de sus lecciones y tuvo la capacidad de construir un mejor futuro para las mujeres. El desafío es que todas y todos formemos parte de una generación de igualdad.
Hagamos de este Siglo XXI, el Siglo de la igualdad y de la fraternidad
entre mujeres y hombres.
Muchas gracias.